Sensación de Lugar

Lugar. Experiencia. Imaginario.

Todos los días pasamos por lugares que se han convertido en referentes de nuestra experiencia cotidiana. De casa al trabajo, del barrio al parque al que solemos ir, estos sitios constituyen, en suma, indicadores de quienes somos, nuestro circuito de actuación y pertenencia, nos relacionamos con estos lugares y representan nuestra conciencia individual o colectiva. Espacios con mayor o menor familiaridad que forman parte de nuestro imaginario privado o público. Estos espacios a lo largo del tiempo los hemos ido designando como lugares.

Un lugar es una combinación de diferentes aspectos: la localización, dónde se encuentra; las características físicas y materiales que posee, cómo es y que hay en ese lugar; y la esencia del lugar, el genius loci, los rasgos subjetivos y significados emocionales que unen a las personas a ese lugar.

Un lugar suele referirse a una realidad física, pero también puede remitir a geografías mentales y virtuales, territorios míticos o morales, que activan una multiplicidad de afectos, creencias que automáticamente se vuelven reales porque se involucran en nuestra experiencia. Los artistas Leif Elggren y Carl Michael von Hausswolff desarrollan estas ideas mediante su experimento de gobierno Los reinos de Elgaland-Vargaland, una micronación que comprende todos los territorios fronterizos de la tierra y todas las áreas más allá de las aguas internacionales de todos los países, así como el Estado Hipnagógico (el estado entre la vigilia y el sueño), el Territorio Escapista (viaje mental consciente parecido a la ensoñación, la telepatía, etc), y La Habitación Virtual (un espacio digital sin fronteras). De este modo combinan crítica política y humor mordaz para manifestar los fallos y devociones de los estados tradicionales.

Un lugar no es sólo un espacio, sino una forma de ver y entender el mundo, por ello un lugar posee fuertes connotaciones. El geógrafo Yi-Fu Tuan expone "lo que comienza siendo un espacio indiferenciado se convierte en un lugar según vamos conociéndolo mejor y dándole forma". Así, un lugar adquiere forma y se distancia del concepto más abstracto de espacio. "Si pensamos en un espacio como aquello que hace posible el movimiento, entonces el lugar es pausa; cada pausa en el movimiento permite que un sitio se convierta en un lugar". De este modo, el lugar presupone una discontinuidad en el espacio, tiende a cierta estabilidad y atención territorial. Un lugar se configura con un lenguaje.