martes, 31 de enero de 2012

Humo en el cielo




















Aquella mañana el teniente Harold, mientras pilotaba su Lockheed Martin F-35 Lightning II, no podía dejar de preguntarse en qué pensaría el capitán William Parsons después de haber soltado la bomba desde el Enola Gay. Con una mueca de resignación en su rostro, presionó el botón que parpadeaba en el cuadro de mandos de su aeronave. El aerosol que transportaba en la cisterna de su bodega de carga comenzó entonces a esparcirse por el cielo. Con gran soltura realizó una serie de loopings dibujando unos preciosos chemtrails.

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